martes, 25 de enero de 2011

El mensajero de Pourtoag Lemon (1ª parte)


Entre Inglaterra y Francia, grandes batallas se enfrentan. La poderosa Francia, egoísta y orgullosa, quiere hacerse con ímpetu con la pequeña Inglaterra, siendo una muchacha resistidora con gran fuerza. Por esa razón, no hay más remedio pues, que el emisario del rey de Inglaterra mande, con resentimiento, el mejor mensajero que posee, un muchacho joven y valiente, pero astuto y confiado. De camino a las afueras de París, el mensajero con su corcel, raudo y veloz se dirige al castillo de las Bestilles.


Divisaba ansioso el este con gran expectativa, por lo que ya llevaba siete lunas viajando. Apareció, con algo de disformidad en el horizonte, un castillo, con tan gran altura y humedad en sus piedras, que parecía abandonado. Pero sabiendo las familias de antaño, este castillo parecía tener el emblema y sus banderas de tela escocesa, de lo que los Breintown llamaban, los Bestilleg. Regentado pues, por el Conde de Bestilleg, Youn Mountains.

Ya enfrente de la puerta de madera, echa al parecer de pino del norte, alzo con gran voz de duda:
 - Bonjourg. Abrirle pues, a un servidor de Inglaterra, cansado y hambriento que necesita reposar junto a su noble corcel. Siendo yo quien soy, el mensajero de Pourtuag Lemon que trae un mensaje a Ser Mountains.

El centinela se abalanzo con ojos cansados, al borde de la muralla y procedió a llamar al regente que abría la puerta. La gran cadena de la entrada, algo oxidada y ruidosa como una bandada de gansos silvestres, abrió la puerta de pino, dejando libre el camino al jinete. El mensajero de Lemon entro, observando cada cosa a su paso, con su corcel marrón como una piel curtida de zorro francés.
Le recibieron, con gran preocupación los sirvientes y comisarios de Ser Mountains. Bajando del animal, corriendo un comisario le estrecho la mano con fuerza, diciendo:

- ¡Hellows lofty! Bienvenido a las Bestilles. Sea tu presencia grata y oportuna para tal informe, que traerás seguro. Es el tiempo de llevar los mensajes Ser Youn Mountains. Seguidme por favor, mis servidores darán comida y agua y cobijo a tu noble corcel.

Corriendo con paso apresurado, el mensajero de Lemon sacaba mientras tanto, los informes de la bolsa de piel, que llevaba encima, protegiéndola ante todo pronostico. Entro pues, por la gran sala de recibimiento a la sala de redacción y orden, donde se encontraba Ser Mountains....

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